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REBLOCHON

Si eres amante de los quesos y sus sabores intensos, no te puedes perder la experiencia de degustar el reblochon francés, un exquisito regalo a tu paladar.

Si eres amante de los placeres que ofrece la buena mesa, en algo seguro coincidirás, y es que los quesos son de los alimentos más ricos y versátiles. Pueden ser el punto que lleva un plato a la perfección, como es el caso del pecorino sobre la pasta. Pero también su solo disfrute, sin ningún agregado, se convierte en una experiencia culinaria. Si eres amante del queso, no te puedes perder de la experiencia de disfrutar el delicioso reblochon francés.

Comprar queso reblochon online

Son muchos los beneficios de comer queso con frecuencia. Es un alimento que nos aporta una buena cantidad de proteínas y de calcio, así como una variedad de sabores casi infinita. Y es que pocos ingredientes se dan el lujo de ostentar tal versatilidad. Mozarellas, pecorinos, parmesanos, roquefort, cheddar... las alternativas son infinitas.

Pero entre todas ellas, especial mención merece el gustoso queso reblochon. Este queso francés es originario de la Alta Saboya y de Saboya. Su nombre se deriva del término saboyardo re-blocher y se refiere a la leche del segundo ordeño de las vacas.

En la Queixería Praza de Vigo te ofrecemos este delicioso queso en su más exquisita versión. Puedes pedirlo online desde la comodidad de tu hogar, y disfrutar de su exquisito sabor en tu mesa, en compañía de tus amigos o familia.

Elaborado con leche cruda de vaca y cuajo animal

El rico queso reblochon está elaborado con leche cruda de vaca y cuajo animal. El que ofrecemos en nuestra quesería ha sido afinado por Joseph Paccard en la Alta Saboya. Se trata de una auténtica exquisitez. Un queso suave y fresco, que se presenta, tal como el Brie o el Camembert, en forma de rueda o cilindro plano.

Corteza lavada con agua y sal

Este queso francés llama la atención por su corteza, que ha sido lavada con agua y sal. Un punto importante para disfrutarlo al máximo, es conocer la madurez de la pieza que degustaremos. Los quesos jóvenes suelen dejar en el paladar sabores y aromas afrutados y frescos.

Ahora, cuando el queso es más maduro, sus sabores se intensifican y se vuelven un tanto más animales. También aporta al paladar ciertos matices de nuez o de avellana, en diferentes intensidades.

La corteza del queso es de color marfil. Un leve tono amarillo o anaranjado, que se acompaña de moho blanco. También destaca su aroma, que es característico de los quesos de leche cruda.

Textura untuosa

La textura es de los aspectos que más llama la atención de este queso. Es suave, untuosa. Se deshace en la boca como un verdadero manjar. Ello lo hace una excelente opción para ser consumido como un buen queso de postre.

También es común que se agregue a delicadas recetas. Una de las más populares es la Tartiflette. Se trata de un gratín de papas, cebolla y tocino, que llega a su mejor punto cuando se le agrega una abundante cantidad de queso reblochon.

Reblochon: afinado por Joseph Paccard en la Alta Saboya

Lo que vuelve a nuestro queso tan exquisito, es que ha sido desarrollado por uno de los mejores maestros refinadores de queso de Francia y del mundo entero, Joseph Paccard. Montañas, macizos y alpes dominan la geografía en la que este queso empieza a ver la luz.

Ideal para alcanzar la máxima calidad en el producto es que sea refinado por un espacio de entre seis y ocho semanas. Luego, una vez que te dispones a degustarlo, se recomienda que lo dejes a temperatura ambiente, al menos unas dos horas antes de comer. Una vez que pruebes este delicioso queso francés, ten por seguro que tendrás deseos de repetir.

 

Una pregunta que nos hacen habitualmente es: ¿Cuál es la mejor forma para cortar los quesos? Cada queso tiene unas características diferentes (cortezas lavadas, cortezas enmohecidas, pastas cocidas, pastas blandas, pastas prensadas...) y el sabor no está repartido uniformemente.

El centro del queso no tiene el mismo sabor que la zona de la corteza por lo que intentaremos que cada trozo lleve un poco de todo, para no perdernos nada. Ah, y si las cortezas son naturales no las tires, ¡se comen! Sigue los siguientes ejemplos.

Los quesos en casa se deben guardar en la nevera. Mantenlos en el papel parafinado en el que van envueltos (así los dejamos respirar), mételos en un tupper (así los aislamos del ambiente seco y frío de la nevera y también de otros olores). Sácalos 30 minutos antes de consumirlos para que atemperen y a disfrutar.

Una cuenta de Instagram para abrir el apetito
@queixeria_prazavigo